Las imágenes vistas en el día de ayer sobre lo ocurrido en Beirut, entristecen profundamente a toda la CVX. Es un verdadero desastre después de dos fuertes explosiones en el puerto de Beirut. La ciudad está devastada. Hay muchas víctimas, heridos, personas perdidas bajo las ruinas o arrojadas al mar, y daños generalizados en el lugar. En un abrir y cerrar de ojos, muchos se encontraron sin hogar. Es triste. Hoy es un día de duelo nacional en el Líbano.
En estos momentos queremos expresar nuestro dolor y nuestra oración por las víctimas y desear una pronta recuperación a los heridos.
La comunidad nacional en Líbano se encuentra bien, más allá de los daños materiales que esta situación ha generado. También nos han informado que la comunidad de la Compañía de Jesús está bien. Como nos han expresado, “varios miembros sintieron que la protección divina les salvó la vida.”
Quizá muchos de ustedes estos días podían estar recordando Líbano porque se cumplen siete años de nuestra XVI Asamblea General celebrada allí en 2013. Recordando lo allí vivido, y leyendo el documento final, que esta mirada a Líbano nos anime a renovar nuestro “compromiso con la realidad de nuestro mundo contemporáneo – para ser transformados por tal realidad y ayudar a cambiarla”. Y que ese compromiso nos encuentre trabajando juntos por la reconciliación de este mundo.
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