El pasado sábado nos reunimos en un “CEN ampliado”. Participamos los integrantes del CEN actual y quienes en los últimos años han servido desde este lugar a la Comunidad Nacional. En esta instancia fue convocado para ampliar nuestra mirada y para abrir el corazón a más “sentires”, sobre la vida de la Comunidad Nacional; nos preguntamos por los dones por los que agradecer, por las fragilidades y fallas que atender y sobre la realidad social y eclesial de la que somos parte y a través de la cual el Espíritu de Dios actúa y nos llama.
Compartidos estos aspectos miramos al futuro buscando los caminos para la esperanza que se nos insinúan cuando nos sentimos llamados a avanzar como UNA Comunidad, Ignaciana, Apostólica y Laical.
Más adelante podremos procesar la riqueza de todo lo compartido y hacerlo llegar a toda la Comunidad Nacional. Como CEN, estos elementos resultan insumos muy profundos y ferméntales, especialmente teniendo en el horizonte el Encuentro del CENAL (Consejos Ejecutivos Nacionales de América Latina) a realizarse en Buenos Aires (1-6 agosto) y nuestra Asamblea Nacional (28 y 29 de setiembre).
Como anticipo me animaría a compartir la constatación de la riqueza y valor del ENCUENTRO; de verdaderamente “encontrarnos” como integrantes de UNA COMUNIDAD, para mirar juntos lo que somos, el mundo que nos rodea y al futuro… con la certeza de que cuando dos o más nos reunimos en su nombre, el Espíritu de Dios estará entre nosotros.
Gabriel Fernández (CEN)
Seguimos aquí, ante tanto ruido a nuestro alrededor, ante tantos signos de conflictos, de violencia y de desesperanza..
El camino fácil es soltar, desentenderse, ser indiferentes a la realidad que otros están atravesando, pero seguimos aquí, buscando, desde nuestras batallas diarias, desde los propios conflictos y heridas. En medio de la batalla del mundo, ensordecidos con el tronar de los cañones, con la dificultad de encontrar nuestra bandera, la bandera de Dios que quiere hablarnos y nos cuesta escucharlo...
Diego Nicolás Pereira (San Ignacio)
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