Papa Francisco

Hoy nos unimos en oración por el descanso del Papa Francisco. Damos gracias a Dios por su vida, por su testimonio y su incansable servicio a la Iglesia. A lo largo de su pontificado, nos ha mostrado una y otra vez lo que significa vivir una fe que no se queda solo en palabras, sino que se transforma en acción.

Destacamos la Sinodalidad impulsada en su papado, un camino de renovación dentro de la Iglesia Católica que busca una mayor participación y comunión entre todos los miembros. Un proceso en búsqueda de una Iglesia que funciona como un "Pueblo de Dios que camina y se reúne", donde todos, desde el Papa hasta los laicos, puedan participar activamente en la vida y misión de la Iglesia.

Su llamado a ser una Iglesia "en salida" es un recordatorio constante de que no podemos quedarnos en nuestra zona de confort. Debemos estar dispuestos a salir al encuentro de los demás, especialmente de aquellos que más sufren, tal como Jesús nos mostró.

Este mismo espíritu de cercanía a Dios y a los demás, de estar atentos a las necesidades del mundo, es parte de lo que inspira nuestra propia vida cristiana. El Papa Francisco ha sido un testigo fiel de cómo vivir una espiritualidad que nos mueve a la acción, a la búsqueda constante de la justicia y la paz, y a la misericordia con el prójimo. Nos invita a ser una Iglesia que no se encierran en sus propios muros, sino que busca siempre llegar a aquellos que más lo necesitan.

Hoy, al recordar su legado, pedimos que su ejemplo siga guiando nuestro caminar como Comunidad de Vida Cristiana, empujándonos a vivir nuestra fe con valentía, sin miedo a salir al encuentro de los demás. Que el Señor lo reciba en su paz, y que su vida siga siendo un faro para todos nosotros.