Queridos hermanos de Uruguay:
Ciertamente nuestra participación en la Asamblea Nacional de la CVX en Uruguay ha sido provechosa. Hemos podido participar de una asamblea que fue más allá de los informes y las votaciones, fue reflejo de una reflexión orante que, creo yo, trajo ricos frutos que de otra manera hubiesen sido menos jugosos. Los participantes de la asamblea en su conjunto fueron modelo de una forma de compartir fraterna y de una discusión sana y productiva de las opciones. Creo que en el entramado del “telar” que se tejió se podía ver claramente la urdimbre sencilla, ordenada y calmada del buen espíritu.
Considero que traemos a nuestra comunidad un modelo que ahora hemos palpado y sentido de primera mano, que nos permite responder mejor a la rica experiencia ya tenida en Amiens. Nuestra comunidad, con las incertidumbres y fragilidades propias de una comunidad en gestación, se fortalece con esta experiencia, que se logró gracias a los gestos de generosidad, apertura y acogida de la CVX en Uruguay en general y la comunidad Emmanuel en particular. A todos ustedes nuestro profundo agradecimiento, deseando que Dios siga derramando bendiciones sobre cada uno, su comunidad y su hermoso país.
Lilia Urrutia (Panamá)
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